lunes, 25 de abril de 2016

Catedrales, rascacielos y una torre de tronas

En el techo: pan de oro.
En el suelo: pan negro.
Sobre la nevera: una copa
a medias de champán
Sangre: salpicada en los azulejos
Construisteis
altas catedrales para alcanzar a Dios
rascacielos como ofrenda a San Pedro
y les dijisteis
que tenían que subir
por escaleras de caracol
invisibles
e inciertas
que tenían que ascender
porque el suelo es vulgar
aunque lo desinfecte con lejía
la que siempre está de rodillas
no podéis ser como ella
no queráis ser como ella
tenéis que pintar
la capilla Sixtina
y saber muchas cosas
aunque no sirvan para nada
aunque solo sean detritos
acumulándose,
degradándose
en las esquinas de vuestro cerebro
y tenéis que ganar dinero
porque ser pobre es un pecado
tenéis que ganar dinero
para poder
ganar más dinero
para que no os quepa en los bolsillos
para que no os quepa en la
boca
que os podáis lavar los dientes
con pasta
sobre una torre
de tronas
absurdamente
estable
(por ahora)

Porque tanto que subisteis
para al final acabar todos
en la tierra
mordiendo el polvo
basura biodegradable
como somos
yo prefiero
comer en el suelo
y con las manos
el pan de oro me indigesta
y tengo miedo a las alturas.

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