sábado, 11 de junio de 2016

Carcajada

Ya es junio 
y un jugo añejo
jarabe de jalea
de abeja
nos moja el pescuezo
y en la enjundia
de tus conjuntos
disjuntos
se impregna
un conjuro
que torna
granada 
de magnífica
magnolia
ígnea
te sube hasta las cejas
de ojiva
encereza
las mejillas
que son rojas
y los
efluvios,
genios de lámpara
y botellas de gélida
ginebra
nos arrojan
a
calles
y callejas
ajetreadas 
trajeadas 
de luces
que enajenan 
nuestros ejes
sobre los que giran
las juntas 
y enjinetados
descerrajan 
a bocajarro
los paisajes
de viejas glorias
a jóvenes promesas
agujereados
los huesos ya crujen
y festejan
nuestros tejidos
un último baile:
el jeque grita
jaque mate,
pero
mañana jalearán 
esta gesta.

El sol ya bosqueja
la parrilla de luz
por la verja
y los pájaros
gorjean 
forjando
la jornada 
en tus ojeras
juegan
con tu reloj 
ilógico
ejecutando
la juerga
y
me jujurras
una julce
carcajada
que
emerge
de mil 
muelas del juicio
como 
manjar
en bandeja
de jade
en vajilla
de Cartuja
que me 
deja de mil lajas
milhojas
y de tu rígida jaula
rajas las rejas rojas
ruge la lija en las orejas
y huye
por el viento
a horcajadas
de la hoja salvaje
bajo
un cielo de tejas
que nos cobija.
Jamás.

Y si conjunto alguna letruja 
exijo que se me corrija
y se me acuse de hereje
que yo quiero ser
una jran joeta.
Ojalá.

viernes, 3 de junio de 2016

Ciclos 24,25

Nos dirigimos hacia un mínimo solar, dicen en las noticias,
y yo miro por la ventana:
veinticuatro.

He ahí el sol, inmaculado,
perfecto, calmado,
en letargo,
un mar de plasma domesticado
y aquí: una pequeña edad de hielo,
yo: sumido en ritmos circadianos
alterados
los canales se congelan en Venecia
y en Ámsterdam
y crecen glaciares en la montaña
que supuran tímida belleza
de círculo polar
pero yo estoy
hundido en la cama
rezando para que llegue una tormenta, para que la aurora de mañana
sea boreal
o austral
y no una simple
salida del sol (te odio),
un banal crepúsculo
de pálidos, desgastados colores
que ya me aprendí.

aquí: el rocío se vuelve
estaca de cristal
microbala de plata
directa al corazón
a través de cada poro
norte a sur y vuelta.
Me han inoculado luz de neón
para engañarme como a las gallinas
y ya no sé cuándo es de día
y cuando de noche,
porque astro rey
abúlico
sigue la ley de mínima acción.

yo:
Pido una eyección
(letal)
sobre la superficie
de mi piel
que sean cuarenta lenguas de fuego
que rompan el letargo
de bella durmiente
y que los científicos no se expliquen
que
con la elegancia del fénix
con la piel de vaca,
como hijo de la ceniza
comience el ciclo 25.